21 de febrero de 2015

Descubren el gen que nos hace humanos “trasplantándole” a un cerebro de ratón
¿Qué nos hace humanos? La pregunta del millón. Poco más de un 1% de nuestro genoma nos diferencia de los bonobos, los chimpancés más evolucionados. Sin embargo, nuestro cerebro es mucho más grande. ¿Cómo se ha desmarcado del cerebro de nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés, si casi todos nuestros genes son los mismos?
Una nueva investigación ha encontrado un gen, o mejor dicho, una secuencia de ADN, que ha contribuido a que el cerebro humano se expandiera drásticamente durante el curso de la evolución, dotándonos de capacidades únicas para usar el lenguaje abstracto y las matemáticas complejas.
Y lo han podido hacer gracias a una técnica nueva puesta a punto en la Universidad de Duke.  Consiste en seleccionar las principales diferencias genéticas entre los chimpancés y los seres humanos y luego visualizar sus respectivas contribuciones al desarrollo temprano del cerebroimplantándolos en embriones de ratón. El resultado, ratones con genes humanos o de chimpancé, que hacen sus cerebros mayores. En especial si los genes que contienen son nuestros.
El equipo encontró que los seres humanos tienen pequeñas diferencias en un regulador específico de la actividad del génica, apodado HARE5 (Liebre 5), que cuando se introduce en un embrión de ratón, da lugar a un cerebro un 12% más grande que en los embriones tratados con la secuencia HARE5 de los chimpancés.
Los hallazgos, que aparecen en la revista “Current Biology” , pueden dar una idea no sólo de lo que hace al cerebro humano especial, sino que también podrían ayudar a responder a la pregunta de por qué la gente padece algunas enfermedades, como el autismo y la enfermedad de Alzheimer, que sin embargo no afectan a los chimpancés.
Cada genoma contiene muchos miles de pequeños trozos de ADN llamados ‘potenciadores’ (enhancers), cuya función es controlar la actividad de los genes. Algunas de ellas son exclusivas de los humanos. Algunos están activos en tejidos específicos. Pero no se había demostrado hasta ahora que alguno de los potenciadores específicos de los humanos influyera directamente en la anatomía del cerebro, como se ha visto ahora con HARE5.
Para lograrlo, los investigadores se sirvieron de la información  contenida en bases de datos genómicas de humanos y los chimpancés, para encontrar potenciadores expresados principalmente en el tejido cerebral en el desarrollo temprano. Y dieron prioridad a potenciadores que diferían notablemente entre las dos especies.
Candidatos
Aparecieron 106 candidatosseis de ellos estaban cerca de genes sospechosos de estr involucrados en el desarrollo del cerebro. El grupo denominó a estos potenciadores que aceleran el crecimiento del cerebro  HARE1 a HARE6.
El candidato más fuerte era HARE5 por su localización cromosómica cerca de un gen llamado Frizzled 8, que es parte de una vía molecular implicada en el desarrollo del cerebro y sus enfermedades.  Los HARE5 humano y del chimpancé difieren en sólo 16 letras en su código genético. Sin embargo, en embriones de ratón, los investigadores encontraron que el potenciador humano se activaba antes en el desarrollo y era más activo en general que el promotor de chimpancé.
“Lo realmente interesante es que se detectaron las diferencias de actividad en un momento crítico en el desarrollo del cerebro: cuando las células progenitoras neurales están proliferando y ampliando en número, justo antes de la producción de neuronas“, resaltan los investigadores. Además las células progenitoras destinadas a convertirse en neuronas proliferaron más rápido en los ratones con el HARE humano que con el del chimpancé, y dieron lugar a más neuronas.
Embrión de ratón con un cerebro un 12% mayor gracias a que lleva implantada la versión humana del potenciador  HARE5, que a su vez enciende un gen importante en el desarrollo del cerebro. Silver lab, Duke University
Embrión de ratón con un cerebro un 12% mayor gracias a que lleva implantada la versión humana del potenciador HARE5, que a su vez enciende un gen importante en el desarrollo del cerebro.

Silver lab, Duke University
En los ratones con HARE5 humano, sus cerebros crecieron un 12% más a en comparación con los ratones que llevaban el potenciador homólogo del chimpancé. Y la región que más aumentó fue el neocórtex, la zona del cerebro que participa en funciones de nivel superior como el lenguaje y el razonamiento.
Según los investigadores, el hecho de conseguir una pequeña lista de genes candidatos a influir en el tamaño del cerebro en sí mismo una hazaña, lograda mediante la aplicación de los filtros adecuados para el análisis de genomas de humanos y chimpancés. “Muchos otros lo habían intentado esto y fracasado” argumentan para justificar su afirmación. ”Otros grupos de  que han analizado los genes implicados en la evolución del tamaño del cerebro, y hecho el mismo tipo de experimentos que nosotros pero hasta la fecha o habían tenido éxito”, recalcan
“Hemos encontrado una pieza en la base genética que ayuda a entender por qué tenemos como especie un cerebro más grande. (…) Creo que sólo hemos arañado la superficie, en términos de lo que podemos obtener de este tipo de estudio”, explica Debra Plata, uno de los participantes en el estudio. ”Hay algunos otros candidatos realmente convincentes que también nos puede llevar a una mejor comprensión de la singularidad del cerebro humano“, concluye.





20 de febrero de 2015


Los investigadores analizaron los patrones de comercio de los galeones españoles que viajaban desde y hasta el Nuevo Mundo a mediados del siglo XVI.

La hormiga de fuego tropical (Solenopsis geminata), también conocida como hormiga colorada, habita en casi todas las regiones tropicales del mundo.



Se la puede encontrar desde en África hasta Australia, pasando por las Américas, India y el sudeste asiático.
Y, según un nuevo estudio de un equipo de investigadores estadounidenses, su amplia distribución se originó en el siglo XVI, cuando se convirtió en la primera especie de hormiga en recorrer el globo por mar.
¿Cómo lo hizo? Embarcándose en el puerto mexicano de Acapulco en galeones españoles y atravesando el Pacífico hasta llegar a Filipinas. De allí, continuó viajando en barco hacia otras partes del mundo.
"Muchos de estos buques, sobre todo si iban a algún lugar para recoger mercaderías, llenaban su bodega con tierra, y luego, cuando llegaban a un puerto nuevo, descargaban la tierra y la reemplazaban con carga", explica Andrew Suárez, director del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Illinois, y coautor del estudio.


Andrew Suarez
Según Suarez, los buques trasladaron accidentalmente de un lado a otro numerosos organismos.

"Sin saberlo, estaban transportando enormes cantidades de organismos que estaban dentro de la tierra".
Aunque el estudio se centró en las hormigas, Suárez sospecha que los buques transportaban muchos organismos de forma intencional (cerdos o cabras para alimentarse) pero también muchos accidentalmente (ratas, ratones y cucarachas).
Durante el viaje entre Europa y el Nuevo Mundo, le dice el investigador a BBC Mundo, "cualquier insecto o semilla asociados al comercio o al lastre acabaría también siendo transportada".
Historia escondida en los genes


Las hormigas se establecieron con mayor éxito en los ecosistemas tropicales y subtropicales.

Los científicos analizaron los genomas de la hormiga de fuego tropical en 192 sitios y observaron los patrones de diversidad genética.
También estudiaron las rutas comerciales de los galeones españoles que viajaban desde y hasta el Nuevo Mundo a mediados del siglo XVI.
"Si te fijas en los registros, estás viendo la historia, las antiguas rutas comerciales y la genética. Todo pinta este cuadro de que ésta fue una de las primeras invasiones globales, y coincide con lo que podría ser el primer patrón del comercio mundial de los españoles", dijo Suárez.
Las hormigas que llegaron al Viejo Mundo son "genéticamente más parecidas a las del suroeste de México, lo cual indicaría que la población original vino de esa región", acota el científico.
Éxito tropical y subtropical


Los barcos transportaban, accidentalmente, mucho más que mercancías.

La llegada de hormigas invasoras es un problema enorme, dice Sara Helms Cahan, investigadora de la Universidad de Vermont, quien participó en el estudio.



"Una vez que llegan establecen poblaciones de altas densidades en hábitats nuevos, con consecuencias negativas para la agricultura, las especies nativas y la calidad de vida humana".
El problema, le dice Suárez a BBC Mundo, es que las hormigas a las que desplaza cumplen un rol ecológico importante en sus comunidades.
"Además, pueden comportarse como granívoras y destruir semillas".
Por otra parte, "la hormiga tropical de fuego produce una picadura muy dolorosa y al alcanzar densidades elevadas se convierte en un gran problema para la gente".
Controlarlas, señala Helms Cahan, "cuesta millones de dólares al año".


Picadura de hormigas coloradas
La picadura de la hormiga tropical de fuego es muy dolorosa.

No obstante, no triunfaron en todos los sitios por igual.
Se establecieron con más éxito en los ecosistemas tropicales y subtropicales y en áreas modificadas por el ser humano, como son las zonas urbanas o agrícolas.
"Les gustan los ambientes abiertos. No lograron establecerse exitosamente en climas templados o más fríos, o en zonas no modificadas por la mano del hombre", explica Suárez.
Para Dietrich Gotzek, investigador del departamento de Entomología de la Universidad de Illinois y coautor del estudio, "esta investigación pone de manifiesto la importancia de las rutas comerciales históricas en la distribución de las plagas actuales".
Y, además, dice, "demuestra la utilidad de usar información genética para evidenciar estos patrones".



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Un equipo de físicos internacionales ha logrado observar el análogo del bosón de Higgs, más conocido como la 'partícula de Dios', sin necesidad de enormes cantidades de energía y utilizando simplemente materiales superconductores.

A diferencia de las costosas colisiones subatómicas del Gran Colisionador de Hadrones de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), este hallazgo, presentado en la revista 'Nature Physics', se logró a través de experimentos llevados a cabo en un laboratorio convencional a un costo relativamente bajo.
"El modo de Higgs nunca fue observado en los superconductores a causa de dificultades técnicas, que logramos superar", explicaron los autores del trabajo. Estos resultados ayudarían a entender mejor cómo la 'partícula de Dios', el escurridizo 'eslabón perdido' en la teoría estándar de la física de partículas que se cree responsable de impartir masa a toda la materia en el Universo, se comporta en diferentes condiciones.


El físico hace de guía en el Museo de la Ciencia para una profesora californiana que ha ganado el concurso Visitante del Año en Londre
Stephen Hawking con la ganadora del Visitante de Honor de Londres, Adaeze Uyanwah

A pesar de la terrible esclerosis que lo mantiene desde su juventud enclaustrado en su propio cuerpo, Stephen Hawking, de 73 años, mantiene una notable actividad pública. Si hace dos semanas asistía a la gala de los premios del cine inglés, donde se galardonó al actor que lo interpreta en el cine, Eddie Redmayne, ahora ha sido el anfitrión de la turista elegida como Visitante de Honor de Londres, a quién acompañó en una visita guiada por el Museo de la Ciencia de la ciudad. El físico alertó de que una guerra atómica puede acabar con la humanidad y defendió la conquista del espacio como alternativa, como «un seguro de vida para la especie humana».
El Visitante de Honor es una iniciativa para promocionar el turismo a la capital británica. Ha sido elegido entre diez mil aspirantes y el premio es visitar en compañía de ingleses ilustres algunas de las atracciones más emblemáticas de la ciudad. La ganadora es la californiana Adaeze Uyanwah, una profesora de primaria afroamericana de 24 años, que incluso se subirá al escenario del musical «Mamma Mía!» y está previsto que visite la Opera del Covent Garden con Plácido Domingode cicerone.
En el Museo de las Ciencias, Adaeze preguntó al físico qué defecto corregiría de la raza humana y qué virtud deberíamos primar. Hawking respondió que lo peor del hombre es la agresividad: «Habría que cambiar eso. La agresividad le dio ventajas para sobrevivir en los días de las cavernas, le permitió lograr más comida, territorio, pareja. Pero ahora amenaza con destruirnos a todos. Una gran guerra nuclear podría ser el fin de la civilización y puede que de la raza humana. La cualidad que reforzaría sería la empatía, eso nos haría estar en paz, en un estado de amor».
Hawking se detuvo ante una antigua edición de los «Principia Matemática» de Isaac Newton y ante un iPad con un cuadro hecho en ese soporte por el gran pintor inglés David Hockney.
Un poco apocalíptico, Hawking recomendó el espacio como alternativa de escape ante una posible hecatombe atómica en la Tierra, un clásico de las películas de ciencia-ficción: «Enviar seres humanos a la Luna cambió el futuro de la raza humana de un modo que todavía no entendemos. No ha arreglado nuestros problemas inmediatos en el planeta Tierra, pero nos ha dado una nueva perspectiva y nos ha hecho mirar tanto hacia afuera como hacia adentro. Creo que a largo plazo el futuro de la raza humana estará en el espacio y que representa un importante seguro de vida. Se puede prevenir la desaparición de la humanidad colonizando otros planetas».
La profesora estadounidense se mostró encantada de conocer al científico: «En el futuro mis nietos lo estudiarán en sus libros y yo podré contarles que tuve la suerte de conocerlo».


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La vida del Sol y otras estrellas similares llega a su fin con una poderosa e instantánea explosión y no con la lenta formación de una nebulosa planetaria, asegura un equipo de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía, España.

"Dentro de millones de años, el Sol agotará su combustible nuclear y se inflará hasta convertirse en un gigante rojo y expulsará gran parte de su masa. El resultado final será una enana blanca rodeada de una brillante nebulosa planetaria", explicaron los investigadores en su estudio publicado en la revista 'Astrophysical Journal'.
Tras las observaciones de la moribunda estrella IRAS 15103-5754, en la constelación Circinus, los científicos descubrieron que astros similares al Sol no experimentan una prolongada agonía, sino que mueren 'al instante', en términos astronómicos. "A pesar de que todas las estrellas de menos de diez masas solares sufren este cambio, aún no conocemos muchos detalles de esta breve pero importante etapa final en su vida", agregaron.

19 de febrero de 2015

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La misteriosa materia oscura podría haber jugado un papel clave en las extinciones masivas que se han producido en la Tierra, según un nuevo modelo creado por investigadores estadounidenses.

De acuerdo con el biólogo de la Universidad de Nueva York Michael Rampino, a lo largo de su trayectoria por el disco de la Vía Láctea, la Tierra se encuentra con partículas de materia oscura que podrían tener un efecto directo y significativo sobre los fenómenos geológicos y biológicos que ocurren en nuestro planeta.
En su estudio publicado en el 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society', Rampino concluye que durante esos desplazamientos, la Tierra atraviesa la materia oscura que puede perturbar las órbitas de los cometas, provocando su choque con nuestro planeta.
Además, la materia oscura provocaría un calentamiento adicional del núcleo terrestre, con consecuencias devastadoras como terremotos y erupciones volcánicas. Ambos fenómenos estarían conectados con eventos de extincionesmasivas como las que ha vivido la Tierra, entre ellas la de losdinosaurios.


Scholz
Actualmente, la estrella Scholz está a una distancia de 20 años luz.

Un estrella pasó por nuestro Sistema Solar hace tan solo 70.000 años, según descubrió un equipo de astrónomos que asegura que ninguna otra se aproximó tanto.
De acuerdo al equipo internacional de investigadores autores del hallazgo, publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, estuvo cinco veces más cerca que la actual estrella más cercana, Próxima Centauri.
La estrella, una enana roja bautizada Scholz, navegó a través de los confines de nuestro Sistema Solar, una región conocida como Nube de Oort.
Scholz no estaba sola, iba acompañada de una estrella más pequeña (una enana marrón).
Estas son, esencialmente, estrellas fallidas sin la masa necesaria para que se produzca una fusión en su núcleo.
Las observaciones de la débil trayectoria de la estrella indican que, hace 70.000 años, este infiltrado cósmico pasó a 0,8 años luz del Sol.
En comparación, Próxima Centauri está a una distancia de 4,2 años luz.
Encuentro cercano

Sol
Los científicos creen que la estrella Scholtz está alejándose.

En el estudio, los astrónomos liderados por Eric Mamajek, de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, dicen tener un 98% de certeza de que la estrella viajó a través de la Nube de Oort, la región situada en el límite del Sistema Solar en la que hay billones de cometas.
Esta zona es como un escudo esférico alrededor del Sistema Solar y puede extenderse hasta 100.000 unidades astronómicas, o UA, (una UA es la distancia entre la Tierra y el Sol).
Se cree que en la Nube de Oort surgen los cometas que pueden pasar cerca del Sol cuando se perturban sus órbitas.


Para determinar la trayectoria de la estrella los investigadores necesitaban dos datos: el cambio en la distancia entre el Sol y la estrella (su velocidad radial) y su movimiento por el cielo (su velocidad tangencial).
Scholz se encuentra en la actualidad a 20 años luz, lo cual la convierte en un sistema relativamente cercano.
No obstante, mostró un movimiento tangencial muy lento para una estrella que está tan cerca. Esto quiere decir que podría estar alejándose o en camino a un futuro encuentro cercano con el Sistema Solar.
Las mediciones de la velocidad radial confirmaron que esta estrella binaria está en realidad alejándose.
Evento poco común

Scholz atravezó los confines del Sistema Solar, una región llamada Nube de Oort.

Una estrella que atraviesa la Nube de Oort podría, potencialmente, causar estragos gravitacionales en las órbitas de los cometas que están allí, enviándolos en trayectorias hacia el interior del Sistema Solar.
Pero según Mamajek, los efectos de Scholz en nuestro vecindario cósmico fueron "insignificantes".
"Hay billones de cometas en la Nube de Oort y es muy probable que algunos de ellos hayan sido perturbados por este objeto", le dijo el investigador a la BBC.
"Pero hasta el momento, parece poco probable que esta estrella haya provocado una 'lluvia de cometas' significativa".
El efecto de la travesía de una estrella en la Nube de Ort es una función de la masa, la velocidad y la proximidad de una estrella. En el peor de los casos, agitar a los cometas daría como resultado que una estrella grande se acercase lentamente al Sol.
Scholz se posicionó relativamente cerca, pero el sistema binario (una enana roja acompañada de una enana marrón) tiene poca masa y se acelera. Debido a estos factores, el efecto sobre la Nube de Oort es muy leve.
Si bien ésta es la primera vez que se detecta el paso cercano de una estrella, Mamajek cree que es un fenómeno común.
Según explica, es probable que una estrella viaje a través de la Nube de Oort cada cerca de 100.000 años.
No obstante, dice que un acercamiento de está magnitud o más cercano que el de Scholz es poco frecuente.
De acuerdo a simulaciones matemáticas, eventos de esa clase suceden en promedio cada nueve millones de años.


Entre otros hallazgos, sitúa los cambios genéticos del alzhéimer en las células inmunes y no en las neuronas
El mapa del epigenoma humano permitirá entender mejor las enfermedades que nos afectan
Somos mucho más de lo que está escrito en nuestros genes, que cambian con el ambiente

Una década larga después del proyecto genoma humano, llega, como en el cine, una secuela, aunque en este caso mejorada y largamente esperada. El mapa del epigenoma humano. Se trata de un proyecto ambicioso del que sólo pueden formar parte grupos americanos. ElProyecto Genoma, aunque constituyó un gran logro, no proporcionó todas las respuestas que los investigadores esperaban obtener. Y es que en la vida, no todo depende de las cartas que tenemos, en este caso los genes, sino de cómo las juguemos.
Hace tres años, el proyecto Encode, una enciclopedia de los elementos del ADN, echó por tierra algunas ideas preconcebidas y dejó claro que cientos de miles fragmentos de nuestro genoma, considerados “basura”, estaban en realidad dedicados a funciones directivas: es decir a regular cómo y cuándo los genes deben llevar a cabo su función.
Este nuevo mapa epigenético se basa en este último estudio para averiguar cómo los genes se activan y desactivan en el organismo. Los resultados se presentan en varias revistas del grupoNature y son un resumen de lo descubierto en los cinco años del proyecto, que ha sido financiado con 190 millones de dólares por Instituto Nacional de la Salud estadounidense (NIH).
“Los investigadores han conseguido estudiar en 111 muestras varias marcas químicas que llamamos epigenéticas (reguladoras del genoma). El trabajo refleja que todas las células del cuerpo humano tienen el mismo genoma pero diferentes epigenomas; que cuando las células madre se diferencian hacia un tejido cambia su epigenoma; que diferentes epigenomas se asocian a diferente localizaciones del ADN dentro del núcleo de las células y que variaciones genéticas, como mutaciones y polimorfismos, tienen un efecto sobre los patrones epigenéticos ", explica Manel Esteller, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, que forma parte de proyecto Blueprint, el equivalente europeo a este proyecto americanoLos hallazgos que resume Esteller se han obtenido a partir deelementos que controlan la expresión génica en 127 tipos de células y tejidos adultos y embrionarios procedentes de personas sanas y enfermas.

Piedra Rosetta

Ambos proyectos son una nueva Piedra Rosetta para descifrar cómo a partir de un mensaje escrito en un idioma de cuatro letras (ADN) se construyen los distintos órganos y tejidos que van a dar origen a un ser humano. Y da nueva información de por qué algunas veces ese proyecto falla y se producen enfermedades en todas las etapas de la vida. Esto se logra añadiendo elementos marcas al ADN o simplemente cambiando ligeramente su forma en 3D, independientemente de lo que haya escrito en sus genes. De ahí el nombre de epigenética, es decir, que está por encima de la secuencia genética.
Gracias a esas marcas, se logra que a pesar de que todas las células tienen la misma información genética, que hemos heredado de nuestros padres, cada una tenga su “propio carácter” dependiendo del tejido al que pertenezcan y se conviertan en células de hígado, del corazón o del cerebro. Y es que la forma en que cada tipo de célula interpreta la información genómica está muy ligada a la organización de sus elementos reguladores, es decir, a los interruptores que permiten apagar y encender genes y que hacen que una célula del hígado sea diferente de otra del corazón o del cerebro.
Más aún, igual que el ambiente determina en parte en qué nos convertiremos cada uno de nosotros, también es decisivo para nuestras células. Las malas compañías (malos hábitos, agentes químicos y un largo etcétera) pueden hacer que nuestras células no lleguen a buen puerto y aparezcan enfermedades. Esas marcas que deja el ambiente se quedan literalmente pegadas al material genético (metilación) enmascarando genes esenciales o activando otros dañinos. Incluso pueden hacer que el material genético, muy bien empaquetado, cambie ligeramente de forma y se oculten genes que antes estaban preparados para producir proteínas y al revés, que afloren otros que pueden ser perjudiciales.

Nuevos datos sobre alzhéimer

Entre las aplicaciones terapéuticas, uno de los trabajos describe perfiles egpigenómicos asociados con el cáncer. De igual forma que el proyecto que el equipo de Esteller ha descubierto, en el equivalente europeo Blueprint, desvelar secretos del epigenoma de las leucemias infantiles.
Pero quizás lo más interesante y sorprendente se refiere al perfil epigenético del alzhéimer. El coordinador de este macroproyecto americano, Manolis Kellis, del Instituto de Tecnología de Masschussetsha demostrado en un modelo de ratón que la predisposición genética a padecer esta patología neurodegerativa estaría asociada al sistema inmune, mientras que los cambios visibles, la pérdida de memoria y la dificultades de aprendizaje, asociados a la actividad neuronal, tendrían su origen en factores no genéticos. Un hallazgo que debería dar pie a nuevos enfoques terapéuticos tal vez más efectivos que los actuales.



Ictiosaurio

El fósil estuvo 30 años en el sótano de un museo de arte en Reino Unido.


Un fósil almacenado en el sótano de un museo en Reino Unido por 30 años resultó ser una nueva especie de un antiguo reptil.
Dean Lomax, un joven paleontólogo que trabaja para la Universidad de Manchester, halló el fósil –que se pensaba era una copia de plástico- en las colecciones del Museo de Arte de Doncaster.
El científico logró determinar que se trataba de los restos de un Ictiosauro, una reptil marino que se extinguió hace 189 millones de años.
Un estudio más completo determinó que se trataba de una especie de este reptil que no se conocía.
Lomax afirmó que el fósil se hallaba en tal estado de conservación que pudo analizar lo que contenía su estómago.


Placas australiana y del Pacífico

Un grupo de geofísicos de Nueva Zelanda detona varias toneladas de dinamita para comprobar la hipótesis de que la corteza terrestre se mueve encima de una espesa capa de roca gelatinosa. A partir de ahora se contará con un nuevo método para conocer detalladamente cómo es el reverso de las placas tectónicas.

El grupo de expertos encabezado por el profesor de la Universidad Victoria de Wellington Tim Stern realizó explosiones subterráneas en una región de la isla Norte de Nueva Zelanda y luego midió en superficie las ondas de presión que llegaban en respuesta. Para esto se sirvieron de centenares de sismómetros instalados a decenas de kilómetros de distancia entre sí, explican los autores de un artículo publicado en la revista 'Nature'.
A partir de este conjunto de datos, los científicos computaron las velocidades de las ondas telúricas y obtuvieron un modelo de alta precisión del límite que separa la litosfera de la astenosfera, zona superior del manto terrestre. Además, estimaron en unos diez kilómetros el espesor del cauce de roca gelatinosa que, afirman, lubrica la placa desde abajo y permite que se deslice fácilmente.
El contorno inferior de toda la placa del Pacífico se conoce ahora igualmente en detalle al igual que su relieve superficial, porque ese 'lubricante' refleja la onda con casi el mismo contraste respecto a la roca sólida que se registra en el lecho oceánico.

18 de febrero de 2015

Los neurofisiologos detectan el modo de como el cerebro viaja al pasado

Científicos de la Universidad Vanderbilt en Nashville (EE.UU.) han descubierto cómo el cerebro conserva los recuerdos del pasado. Tras observar la actividad del lóbulo temporal medial durante un experimento, los investigadores han concluido que el cerebro cataloga los recuerdos en función de una secuencia provisional.

El descubrimiento principal consiste en que cada fragmento de la memoria de un ser humano está marcado con las llamadas 'timestamps' ('marcas del tiempo'), informa 'Journal of Neuroscience'.
Sean Polyn, uno de los especialistas que participó en la investigación, explica que, por su funcionamiento, estas marcas se parecen a los índices que se usan en los bancos de datos electrónicos, y la manera en cómo se guardan se asemeja a la clasificación de los archivos informáticos en función de su fecha de creación.
Así, los investigadores subrayan que el lóbulo temporal medial es un banco de los recuerdos y se encarga de "los viajes mentales al pasado"Un método exclusivo elaborado por la Universidad de Vanderbilt permitió averiguar cómo funcionan las distintas partes del lóbulo y descubrir también cómo interactúan. Los neurofisiólogos descubrieron que la parte delantera del lóbulo temporal medial extrae los recuerdos y la activación de su parte trasera indica que estamos sumidos en evocaciones profundas, es decir, "viajando al pasado".
Los científicos consideran que el conocimiento de cómo se guarda la información en el cerebro podría ser muy útil y tener aplicaciones médicas en el tratamiento de los pacientes de alzhéimer y epilepsia, para conservar la memoria y los recuerdos, los cuales estas dolencias suelen borrar. 


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Un equipo internacional de astrónomos ha determinado que hace 70.000 años una estrella recientemente descubierta pasó a través de la Nube de Oort. De esta forma se convierte en el cuerpo celeste que más cerca ha estado del Sistema Solar.

Un equipo internacional de astrónomos de EE.UU., Europa, Chile y Sudáfrica ha publicado un estudio en 'Astrophysical Journal Letter' que revela que hace 70.000 años un sistema binario de estrellas (compuesto por una enana roja de baja masa y una enana marrón), bautizado como 'estrella de Scholz', atravesó la distante Nube de Oort del Sistema Solara aproximadamente a 52.000 unidades astronómicas de distancia (0'8 años luz). Esta cifra supone una distancia cinco veces más cercana de lo que se encuentra la antigua estrella considerada más próxima, la llamada 'Próxima Centauri', situada a 4'2 años luz, informa 'The Telegraph'.
A raíz del descubrimiento de la estrella de Scholz, los científicos procedieron a estudiar la velocidad radial y tangencial, con lo que pudieron retroceder en el tiempo y reconstruir la trayectoria de la misma. Estas mediciones se realizaron utilizando espectrógrafos y telescopios tanto en Sudáfrica como en Chile.
"El pequeño movimiento tangencial y la proximidad inicial indicaron que era más probable que la estrella se moviera hacia un futuro encuentro cercano con el Sistema Solar o ya lo había hecho y se alejaba", cuenta Eric Mamajek, autor principal del estudio. Actualmente este sistema binario de estrellas se encuentra a 20 años luz.

Dientes de lapa
La lengua de la lapa tiene pequeños dientes que le permiten escarbar las rocas en busca de comida.

Un equipo de ingenieros británicos descubrió que los dientes de la lapa están hechos del material biológico más duro del que se tenga conocimiento.
Las lapas tienen unos minúsculos dientes en su lengua que utilizan para raspar la comida de las rocas.
Según los autores del estudio, estos dientes están compuestos de un material que es incluso más fuerte que la tela de araña.
Estos moluscos de concha abierta son muy comunes en los litorales rocosos, siempre pegados a las piedras.


El secreto de su dureza es la delgadez de las fibras minerales que hay en su interior.
La investigación, publicada en la revista Royal Society Journal Interface, afirma que se trata de algo tan duro como algunos de los mejores materiales hechos por el ser humano, como el kevlar o la fibra de carbono.
El descubrimiento podría servir para mejorar algunos materiales artificiales para la industria automotriz y también en el campo de la aviación. También podría resultar útil para arreglos dentales.
"La biología es una gran fuente de inspiración para un ingeniero", señaló Asa Barber, autor principal del estudio, de la Universidad de Portsmouth.
"Estos dientes se componen de fibras muy pequeñas, acomodadas de una manera particular. Deberíamos pensar en hacer nuestras propias estructuras siguiendo los mismos principios de diseño".
Arañas al segundo puesto


Los investigadores calcularon la fuerza de los dientes con ayuda de un dispositivo llamado microscopio de fuerza atómica.

Estas fibras, compuestas por un mineral con base de hierro llamado goethita, están atadas por una base de proteínas, algo similar a las fibras de carbono que se usan para aumentar la dureza de los plásticos.
Los dientes tienen menos de un milímetro de largo, pero Barber y sus colegas pusieron 10 dientes juntos para medir cuánta fuerza podían resistir sin romperse.
El centro de esta estructura formada por diez dientes era 100 veces más delgado que un cabello humano.

Lapas
Las lapas empujaron a las arañas al segundo puesto.

Luego sometieron esta estructura a una fuerza y observaron cuánto pudo resistir hasta quebrase, con ayuda de un dispositivo llamado microscopio de fuerza atómica.
La fuerza que calcularon, en promedio, fue de cinco gigapascals. Es decir, cinco veces mayor que la mayoría de hilos de seda de araña.
Esto marca un nuevo récord para la biología, dice Barber, cuyo equipo midió la fuerza de las arañas más inusuales.
"La gente siempre está tratando de encontrar lo siguiente más fuete. Las arañas han sido las ganadoras por muchos años", le dijo Barber a la BBC. "Por eso estamos contentos con que los dientes de la lapa hayan superado (el récord)".

Topadoras de la costa

En muchas regiones costeras es muy común ver lapas pegadas a las rocas.

En cuanto a los materiales hechos por el hombre, la lapa es más fuerte que las fibras de Kevlar -o poliparafenileno tereftalamida- y casi tan buena como las fibras de carbono de los materiales de mejor desempeño.
Esto se debe a que las fibras tienen el ancho ideal para que evitar agujeros o fallas que podrían debilitar la estructura.


Anne Neville, investigadora de la Universidad de Leeds, quedó sorprendida con el hallazgo, en particular por la forma en que la fuerza de los dientes parece maximizarse por el tamaño específico de las fibras.
"La fuerza inferior a los valores teóricos se debe a los defectos, y este material está, aparentemente, libre de ellos".
Por su parte, los biólogos que estudian a las lapas están intrigados -más no sorprendidos- por el récord alcanzado por estos moluscos.
"Las lapas son las topadoras de las costas", señaló Steven Hawkins, científico de la Universidad de Southampton.
"La razón por la cual los dientes de las lapas son tan duros es que cuando comen, están excavando rocas. De hecho, si miras su materia fecal, parecen pequeños trozos de cemento, porque cuando (la roca) pasa a través de su aparato digestivo, se endurece".